sábado, 21 de agosto de 2010

Candados Mentales

"Cuentan que una señora pidió un plato de sopa en un restaurante y fue al baño.
Cuando regresó a su mesa vio a un hombre sucio y mal vestido tomando la sopa.
Ella, indignada, decidió sentarse a la mesa, coger otra cuchara y comer de la misma sopa al tiempo que miraba al individuo fijamente a los ojos.
Al terminar la sopa el hombre vino con un plato de tallarines. Ambos comieron los tallarines en silencio. La señora pensó que quizás no era un mal hombre, que tal vez tenía hambre, y que al comprar los tallarines había demostrado ser un caballero.
La señora, arrepentida, se paró para comprar el postre.
Al regresar, el hombre ya no estaba; tampoco su cartera. Así que, desesperada, gritó `¡ladrón, agarren al ladrón!´
La gente corrió a perseguir al hombre. Mientras tanto, la señora volteó y vio una mesa con un plato lleno de sopa y una cartera al costado. Sí, se había equivocado de mesa y le había robado la sopa al hombre sucio y mal vestido.

Como la señora de la historia, a cuántas personas en nuestra vida tachamos de ladrones, injustos, tontos, cuadriculados o flojos cuando realmente no lo son. A cuántas personas discriminamos y les restamos oportunidades.
Seamos lo suficientemente flexibles para cuestionar y destruir los candados mentales. Sólo de esa forma tendremos los lentes claros para aprovechar las oportunidades que nos ofrece la vida."

Extraído del libro El Camino del Líder de David Fischman

W. Clement Stone llamaba telarañas mentales a estos sentimientos, emociones, pasiones, hábitos, creencias y prejuicios que influyen negativamente nuestros pensamientos y nos llevan a equivocarnos... pero no nos sintamos tan mal ni nos juzguemos tan severamente. Como explicaba W. Clement Stone ni los hombres más sabios de la historia estuvieron libres de tales telarañas mentales... lo importante es tratar de liberarnos de ellas para pensar más claramente en el futuro.

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