miércoles, 30 de junio de 2010

La Culpa es de la Vaca

Este texto, cuyo resumen fue publicado originalmente por el profesor Fernando Cepeda en su columna habitual de El Tiempo, es una excelente demostración de una conducta muy nuestra relacionada con la ramificación de la culpa.
Se estaba promoviendo la exportación de artículos colombianos de cuero a Estados Unidos, y un investigador de la firma Monitor decidió entrevistar a los representantes de dos mil almacenes en Colombia. La conclusión de la encuesta fue determinante: los precios de tales productos son altos, y la calidad muy baja.
El investigador se dirigió entonces a los fabricantes para preguntarles sobre esta conclusión. Recibió esta respuesta: no es culpa nuestra; las curtiembres tienen una tarifa arancelaria de protección de quince por ciento para impedir la entrada de cueros argentinos.
A continuación, le preguntó a los propietarios de las curtiembres, y ellos contestaron: no es culpa nuestra; el problema radica en los mataderos, porque sacan cueros de mala calidad. Como la venta de carne les reporta mayores ganancias con menor esfuerzo, los cueros les importan muy poco.
Entonces el investigador, armado de toda su paciencia, se fue a un matadero. Allí le dijeron: no es culpa nuestra; el problema es que los ganaderos gastan muy poco en venenos contra las garrapatas y además marcan por todas partes a las reses para evitar que se las roben, prácticas que destruyen los cueros.
Finalmente, el investigador decidió visitar a los ganaderos. Ellos también dijeron: no es culpa nuestra; esas estúpidas vacas se restriegan contra los alambres de púas para aliviarse de las picaduras.
La conclusión del consultor extranjero fue muy simple: los productores colombianos de carteras de cuero no pueden competir en el mercado de Estados Unidos “¡porque sus vacas son estúpidas!”

Extraído del libro La Culpa es de la Vaca, de Jaime Lopera Gutiérrez y Martha Inés Bernal Trujillo

martes, 29 de junio de 2010

El pianista que perdió un brazo...

Cuenta la historia que el joven pianista Paul Wittgenstein, a poco de su debut como concertista, fué llamado a combatir en la primera guerra mundial dejándo de lado su prometedora carrera musical.
El jovén soldado fué gravemente herido y hecho prisionero. Lamentablemente para Paul producto de ésto su brazo derecho tuvo que ser amputado; ¿todo estaba perdido?
Paul Wittgenstein se sumió en la más onda depresión; su carrera de músico, su sueño ¿se había perdido para siempre?
Pasado el tiempo y concluída la guerra Paul logró cambiar su depresión por esperanza, y se sumergió en un profundo estudio y trabajo arduo de horas interminables.
Empezó a buscar toda obra para piano que pudiese interpretar con su única mano disponible; buscando que transcribirlas y adaptarlas para él.
Su talento -aún intacto- y su perseverancia le valieron el reconocimiento y respeto de sus colegas músicos. Tanto fue ello que talentosísimos compositores como Prokofiev y Richard Strauss entre otros, compusieron obras exclusivamente para él.
De estas obras hay una que destaca y por la que se le recuerda hasta nuestros días: el inmortal Concierto para la Mano Izquierda del gran Maurice Ravel.
Esta fantástica historia real de un joven pianista que perdió uno de sus brazos y pudo rehacer su carrera como concertista es una muestra de lo que el carácter del hombre puede lograr a pesar de un destino fatalmente adverso.




viernes, 25 de junio de 2010

La Mariposa Pedida


"Dijo un niño: Dios, habla conmigo.

Y entonces una alondra del campo cantó, pero el niño no la escuchó.

El niño exclamó: ¡Dios, háblame!

Y un trueno resonó por todo el cielo, pero el niño no lo escuchó.

El niño miró a su alrededor y dijo: Dios, déjame mirarte.

Y una estrella se iluminó, radiante, pero el niño no se dió cuenta.

Y el niño gritó de nuevo: Dios, muéstrame un milagro.

Y una vida nació de un huevo, pero el niño no lo notó.

Llorando desesperadamente, dijo: Tócame, Dios, para saber que estás conmigo.

Dios se inclinó y tocó al niño. Pero él se sacudió del hombro la mariposa que se le había posado encima.


Muchas veces las cosas que pasamos por alto son aquellas que hemos estado buscando."


Extraído del libro La Culpa es de la Vaca de Jaime Lopera y Marta Bernal.

miércoles, 23 de junio de 2010

Todo lo que puedas...

Più Che Puoi - Eros Ramazzotti & Cher




"No es posible curar
la enfermedad de vivir
saber cuanto es verdadero
de esto que hay aquí

Y si te hace sufrir un poco
castígala viviéndola
es la única manera
sorprenderla así

Todo lo que puedas
todo lo que puedas
aférrate a este instante y apriétalo
Todo lo que puedas
todo lo que puedas
y no sueltes jamás la presa
toda la emoción que quieres está dentro de tí
de vivir la vida todo lo que puedas

Tienes una oportunidad, el don de sentir
el amor es un profundo dolor
que no puedes curar
destruye cada recuerdo
que guardas en tu interior

Te digo esto porque lo sé
protege lo que quieres
y no vendas tu alma
pues no quedará nada a tu alrededor
ni sitio adonde ir

Todo lo que puedas
todo lo que puedas
Debes tomar esta vida y vivirla
Todo lo que puedas
todo lo que puedas
nunca la dejes ir
es la única cosa de esta vida que entiendo, oh

Somos nosotros
somos nosotros
quienes aún tenemos ganas de maravillarnos
Somos nosotros
que siempre mantenemos encendida
esta ansia que aún tenemos
de vivir la vida
todo lo que puedas

Respira profundo
aprieta más al mundo
abraza todo aquello que allí está
toda la emoción que exista

Todo lo que puedas
todo lo que puedas
Debes tomar esta vida y vivirla
Todo lo que puedas
todo lo que puedas
y nunca la dejes ir
es la única cosa de esta vida que entiendo, oh

Todo lo que puedas
todo lo que puedas
aférrate a este instante y apriétalo
Todo lo que puedas
todo lo que puedas
y no sueltes jamás la presa
toda la emoción está dentro de tí
de amar vivir la vida
todo lo que puedas
de vivir la vida
todo lo que puedas."

viernes, 18 de junio de 2010

Inversión para un Sueño

"En una oportunidad se acercó un hombre a otro y le dijo:
- Yo tengo un plan, un negocio para que hagamos juntos, un sueño.
Y el otro le contestó:
- Ah... ajá ¿y cuánto me va a salir?
- Poquita plata.
- ¿Y cuánto tiempo tendré que invertir?
- No señor... poquito tiempo, porque esto está muy bueno.
- Ajá... ¿y cuánto esfuerzo tengo que hacer? Porque yo soy un hombre muy ocupado.
- No, no. Con poquito esfuerzo, con poquito tiempo y dinero, usted va a alcanzar este sueño.
Entonces el hombre dijo: Si me cuesta poquito esfuerzo, poquito dinero y poquito tiempo, no me interesa: porque si es poquito esfuerzo, dinero y tiempo serán poquitos resultados y yo quiero un sueño que involucre ciento por ciento de dinero, ciento por ciento de esfuerzo y ciento por ciento de mi capacidad, para así tener de resultado el ciento por ciento.

Un sueño implica toda dedicación y toda determinación. El sueño te afirma y te saca del ocio; la meta te diferencia del montón."

Extraído del libro Resultados Extraordinarios de Bernardo Stamateas.